Una noche en la Ópera de Nueva York. The Metropolitan

No es fácil elegir un espectáculo cuando estas en Nueva York. Broadway ofrece tanta variedad de musicales y obras de teatro, Off-Broadway más aun... es muy complicado seleccionar solo uno o dos de ellos. A mi me encantan los musicales, pero aprovechando que en nuestras fechas representaban "La Boheme" de Giacomo Puccini, fue un acierto cambiar de idea y elegir la Metropolitan Opera, algo muy diferente y espectacular. 

Plaza del Lincoln Center

The Metropolitan Opera House se encuentra situada en un complejo artístico donde encontrarás muchos más teatros y actividades llamado Lincoln Center. 

Si visitas Nueva York ten muy en cuenta su web para descubrir todas las actividades que ofrece, ya sea opera, ballet, orquestas, etc. Entre octubre y mayo es época operística, donde podrás observar a los newyorkinos pasear con sus mejores galas y derrochar dólares en diminutas copas de champán. Tambien hay una peculiar fuente de agua para beber en conos de papel, otro detalle gracioso. 

Hall de The Met Opera

Compartiendo teatro con señoras de vestidos largos, abrigos de pieles y caballeros en esmoquin, estábamos los grupitos de turistas que se nos diferenciaba a leguas, con nuestros anoraks de plumas y calzado cómodo. Pero lo mejor de todo es que nadie te miraba mal, parecían orgullosos de que todo el mundo pudiera disfrutar de tamaño espectáculo. Porque dicho teatro tenía capacidad para 3.800 personas, que se dice pronto, y alcanzó un "sold out", incluso para las últimas filas. Yo nunca había visto esas incomodas posiciones de pie, mis respetos a todos ellos, ya que son tres horas a oscuras y de plantón, inconcebible para mi, pero habrá quien sea tan devoto de la ópera que prefiera eso a nada.

Existe un restaurante en la propia opera con vistas a la plaza en el que se puede cenar previamente a la opera o en el intermedio, con un menu de precio fijo, la única pega es que hay que reservar con antelación y no lo sabíamos, pero es una gran idea pues la representación termina bastante tarde.

Nuestra butaca era cómoda, o quizás yo la sentí más cómoda de lo que realmente era después de un largo día de turismo y compras. Espectacular la representación y puesta en escena de tres horas de duración que para nada cansa, a pesar de estar leyendo los subtitulos, que menos mal disponian en castellano.
 

Todo un acierto, y sin tenerlo previsto. ¿Hay algun sitio especial de NY que descubrieras que no sea de los obvios? Me encantaría que lo comentaras para todos aquellos que estamos locos por visitar o revisitar NY.